viernes, 28 de mayo de 2010

Da a luz conduciendo mientras su marido va de copiloto

Así escrito, el titular parece que trata sobre una dedicada madre con un marido muy vago, pero hay matices que deben ser tenidos en cuenta.

Amanda McBride, de 29 años y natural de Bagley, Minnesota (EE.UU.) empezó a tener contracciones durante su jornada laboral. Como mujer precavida, moderna y autosuficiente, decidió ir directamente al hospital en su coche no sin antes llamar a su marido Joseph, incapacitado para conducir porque sufre convulsiones, para avisarle de que iría a recogerle para ir juntos a maternidad.

Una vez subido Joseph y de camino al paritorio Amanda nota que ha roto aguas. Pero claro, no se puede detener debido a la prisa y al tráfico. Así que, como puede, se baja los pantalones y procede a traer una nueva vida al mundo mientras el coche sigue en marcha.

¿Qué es lo más lógico entonces? Cederle el volante a Joseph, que agarró el volante desde el asiento del pasajero (como en las películas) y dirigió el coche hasta el aparcamiento del hospital.

Cuando llegaron (no creemos que aparcaran) el niño ya había nacido y, aunque parezca lo contrario, el neonato no manejaba los pedales del embrague, ni del acelerador ni del freno.

Eso sí, si algún día van por el cuarto churumbel (el nacido en el coche era el tercero), Amanda y Joseph llamarán a un taxi a la primera señal de alarma.

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