La playa de Rehoboth en Delaware (EE.UU.) es uno de esos lugares donde la “moralidad” está fuera de toda duda: una prueba de ello es que está prohibido hacer topless.
Así que imagináos cómo se quedó uno de los socorristas destinados en el lugar cuando observó que un grupo de chicas se colocó encima de la arena y se despojó de sus tops dejando sus pechos desnudos al sol. Imagináos también cómo se quedó cuando se dio cuenta de que aquellas chicas eran, en realidad, varios transexuales que querían broncearse.
Tanta indecendia, a su juicio, no podía tolerarse. Así que llamó con premura a la policía, que se personó inusualmente rápido en el lugar. Los agentes pidieron explicaciones a las personas implicadas.
Pero uno de ellos, curiosamente, esgrimió que según sus documentos todavía eran hombres, así que no había nada de ilegal en estar desnudos de cintura para arriba… pese a tener unos generosos implantes de silicona.
Sin embargo la policía no se rindió y siguió tratando de convencer a los transexuales de las bondades de tener los pechos tapados, eso sí, ayudados por varios refuerzos que se personaron en la playa.
Finalmente l@s bañistas accedieron a las peticiones policiales y se cubrieron. No ha habido ninguna demanda ni ningún detenido.
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